La Revolución de hace cien años llevó como una de sus principales banderas el llevar justicia, dignidad y bienestar al campo, y es una deuda que tenemos pendiente, es una deuda que el país y los gobiernos han dejado y que tienen pendiente con campo nacional.
Hoy, si bien la realidad social es otra, donde prácticamente tres cuartas partes de la población nacional vive en las grandes urbes, no por ello deja de tener particular relevancia y urgencia de atención al campo, porque allí vive uno de cada cuatro mexicanos y lamentablemente es en el campo donde prevalecen las peores condiciones de pobreza y marginación que se tienen en este país. Por eso celebro la realización de este congreso en tierra mexiquense.
Los cenecistas han trabajado en el compromiso que siempre han tenido con el campo. Los hemos visto trabajando en la gestión para que las tareas y los apoyos de los gobiernos beneficien a los campesinos. Hoy han decidido trabajar y definir mecanismos en la revisión del próximo presupuesto federal, con aumentos de consideración para que, de esa manera los recursos económicos lleguen al campo de este país.
Gerardo Sánchez ponía en relevancia hace unos momentos, una preocupación que hoy todos tenemos. Que el mundo está demandando cada vez más alimentos. Hay quienes analizan y pronostican que, hacia el 2030, el consumo de alimentos en el mundo podría ser igual al que toda la humanidad en su historia hubiese consumido.
Ahí hay un problema importante qué atender. Si bien en este mundo global, donde las fronteras económicas prácticamente no existen, y hoy tenemos una gran dependencia del mercado mundial en el suministro de alimentos, no podemos pasar por alto que el día de mañana, ante esta demanda creciente de alimentos, las fronteras de esos países se pudieran cerrar y dejar a nuestro país en el desabasto.
De ahí que volvamos nuevamente nuestros ojos a apalancar, trabajar y generar instrumentos de política pública, que garanticen la autosuficiencia alimentaria, o al menos una mayor dependencia de los alimentos de nuestra propia tierra, y para ello es menester apoyar al campo y atender a los campesinos de este país.
Necesitamos impulsar una nueva Revolución Verde, que incremente la productividad y, sobre todo, el ingreso a quienes viven y dependen del campo. No podemos sentirnos satisfechos donde siete de cada diez mexicanos que viven en una zona rural, padecen de pobreza y no sólo eso, sino que uno de cada cuatro, viven en pobreza extrema.
Como priístas tenemos mucho que hacer todavía, para que haya una justicia social en el campo. Por eso, sepan quienes nos visitan de distintos lugares del país, que en el estado de México tenemos una gran tradición y convicción de apoyo y respaldo al campo del estado de México y, desde aquí, al campo del país.
para rematar fallas en el equipo de Eruviel Ávila - Roberto Calleja Ortega lea mas... http://bit.mx/rco
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